miércoles, 4 de enero de 2012

EVA

EVA


Eva era una joven nazi que vivía feliz con su  padre, alcalde de un pueblo de Normandia.

Su padre le decía que ya tenia edad de pensar en casarse, pero ella le contestaba:
-       Algún día encontraré al hombre que espero.

Mientras al otro lado del país, todo era animación. El ejercito de los Aliados preparaban una expedición para establecer el orden.

Entre los valientes aliados se encontraba William, un animoso y apuesto joven de veinte años que iba en busca de gloria y aventuras.

Tras varios meses de dura travesía, la expedición, compuesta por 10 divisiones con 250.000 hombre, desembarco en Normandia y se estableció en la zona.

Pero al poco tiempo empezaron a escasear las provisiones y muchos nazis habían muerto . William , al frente del consejo, procuraba hacerse amigo de los nazis para obtener viveres y hacer que se rindieran sin llegar a la violencia.

Un día los Aliados fueron atacados por los nazis cuando iban de exploración. William fue hecho prisionero y llevado ante el alcalde.

Nada más entrar en el Ayuntamiento, William quedó impresionado por la belleza y la timidez de Eva, que leía un libro en un rincón.

Eva se levanto de inmediato, ruborizada ante la mirada insistente de un joven tan guapo.- Déjanos solos- le pidió su padre-. El soldado y yo tenemos que tratar unos asuntos de interés para todos.

Desde aquel día Antonio y Eva se hicieron amigos inseparables. Fueron días maravillosos de paseos por el bosque, juegos y confidencias. Se habían enamorado.

Pero la tensión entre los ciudadanos y las tropas crecían. A un ataque se respondía con un saqueo y ala captura de un prisionero con el incendio de un poblado. Mientras William y Eva vivian su amor ajenos a tan sangrienta lucha.

El alcalde volvió a llamar a William.-Tu pueblo mata nuestros hombres y destruye poblados. Tú, William, eres uno de ellos y debes morir- decidió el alcalde de Normandia.

Eva, aterrada, vio como William era puesto es el paredón de sacrificio y los fusiles le apuntaban. “ Tengo que hacer algo para salvarle”, pensó, decidida a arriesgar su propia vida.

Cuando estaban apunto de dispara el fusil, Eva se abrazó a él gritando:
-¡Padre, si le matas yo también moriré!

El jefe comprendió lo inútil de la guerra, y la paz volvió a su territorio. William tuvo que regresar a Estados Unidos, pero su espíritu siempre estuvo a Eva, la nazi que le salgo la vida

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